Entrar en el mundo de Alicia es caer en lo onírico, por ello la entrada en el parque temático tenía que ser una caída, deslizarse por las rampas y túneles hacia un laberinto.
El País de las Maravillas es como diseñado por un Niemeyer sin límites; curvo, no tiene centro, pero es desordenadamente lógico.Es tan caótico en su interior como esféricamente perfecto en su exterior.
Cuando crees subir, bajas, y si te parece estar a punto de salir, alcanzas lo más profundo de él.Es Escher en cuatro dimensiones, con el tiempo jugando adelante.
Es un mundo en el que vemos a Alicia donde realmente solo es la sonrisa del gato Chesire, ¿Realmente?
Aprendí tarde que el objetivo de la arquitectura es el arte. La belleza me intimida y la rechazaba. Me parecía una concesión, algo formal, elitista. Hoy dudo de todo, pero creo que la parte artística es fundamental porque el arte mejora al ser humano. Un lugar pensado para la gente hace mejor a la gente. Eso obliga a que los arquitectos nos desdoblemos. Debemos ser constructores, sociólogos y poetas.
Renzo Piano.